En comunicación con Radio Amanecer, el reconocido músico y comunicador Tukuta Gordillo compartió desde Tilcara la emoción y profundidad del ritual que cada 1º de agosto se realiza en honor a la Pachamama, la Madre Tierra. En esta fecha sagrada para los pueblos andinos, las comunidades se reúnen para agradecer los frutos recibidos, pedir por buenas cosechas y renovar el vínculo espiritual con la naturaleza.
«Ya se ven las humaderas en las calles, en los cerros, se sahúman las casas para alejar los malos espíritus», relató Gordillo, describiendo el ambiente místico y colectivo que se vive en el pueblo. Al mediodía, como es tradición, se abre un pozo en la tierra, considerado el vientre de la Pachamama, donde se depositan ofrendas en un gesto de profunda devoción.
Entre los elementos fundamentales del ritual se encuentran las hojas de coca —sagradas en la cosmovisión andina—, la chicha (bebida de maíz fermentado), alimentos típicos como papas, quinua, maíz y empanadas, bebidas alcohólicas como caña con ruda o vino, cigarrillos y tabaco, y sahumerios con hierbas aromáticas. Cada uno de estos elementos simboliza vida, abundancia y agradecimiento.
«Este no es solo un acto ceremonial, es una forma de vida que nos enseña a convivir en armonía con el entorno. La Pachamama no castiga, pero sí trae consecuencias a quienes actúan con maldad, como sucede en lugares donde reina la violencia, como Rusia con sus bombas», expresó Gordillo, recordando la importancia de actuar con conciencia y respeto hacia la Tierra.
Durante la ceremonia, se pronuncian palabras de gratitud, oraciones y cánticos. Las personas soplan sobre las hojas de coca, derraman bebidas sobre la tierra y depositan sus ofrendas una a una. Finalmente, el pozo se cubre, devolviendo a la Madre Tierra lo que se le ha ofrecido, como si se sembrara un nuevo ciclo de vida.
El cierre del ritual se realiza compartiendo alimentos y bebidas entre los presentes, en un ambiente de comunidad, respeto y celebración.
Más allá del simbolismo, esta ceremonia representa un llamado urgente al cuidado del medio ambiente, al respeto por los ciclos naturales y a la conciencia de que todo lo que tenemos proviene de la Tierra. En tiempos de crisis climática y desequilibrio ecológico, el mensaje de la Pachamama resuena con más fuerza que nunca: devolver, agradecer y cuidar.