En el marco del Día Internacional de la Mujer Indígena, Radio Amanecer dialogó con Verónica Aguiar, referente mocoví de la Comunidad Aim Moqoit del distrito San Javier, quien destacó los avances y desafíos en la participación indígena dentro de la Convención que reforma la Constitución de Santa Fe.

La fecha recuerda la muerte de Bartolina Sisa, mujer quechua ejecutada en 1782 por las fuerzas realistas tras liderar junto a Túpaj Katari una rebelión anticolonial en el Alto Perú. Desde entonces, cada 5 de septiembre se rinde homenaje a las mujeres indígenas, históricamente defensoras de sus pueblos, guardianas de la cultura ancestral y protagonistas en la lucha por sus derechos.

Aguiar señaló que en el distrito Helvecia existen siete comunidades mocovíes organizadas, mientras que en el departamento Garay se registran otras diez. Ella misma trabaja como agente sanitaria y en el Centro de Salud de Colonia Norte, en la zona rural donde están emplazadas tres comunidades mocovíes.

En relación con la reforma constitucional, explicó que ingresaron cinco proyectos elaborados por instituciones y comunidades, entre ellos una propuesta conjunta con el Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (ENDEPA). “Queremos que en la nueva Constitución no estemos supeditados a un grupo colectivo ni mezclados con otros derechos. Como pueblos indígenas somos preexistentes al Estado argentino, y ese es un punto clave que debe quedar reflejado en un articulado específico”, remarcó.

A nivel regional, líderes y lideresas de los Pueblos Wichí, Qom, Mocoví, Mbya Guaraní, Pilagá y Nivaĉle de Formosa, Chaco, Misiones y Santa Fe presentaron un documento ante la Convención. Allí solicitan el reconocimiento pleno de los derechos indígenas, en línea con el artículo 75, inciso 17, de la Constitución Nacional, que consagra la preexistencia étnica y cultural de los pueblos originarios.

El texto propone garantizar el respeto y ejercicio de sus derechos, el reconocimiento de su identidad cultural, idioma, cosmovisión, prácticas espirituales, instituciones propias y la posesión comunitaria de las tierras ancestrales, con carácter inembargable e imprescriptible. También exige el acceso a la educación intercultural bilingüe, salud con pertinencia cultural y políticas públicas para el desarrollo con identidad.

“Todavía vemos resistencia y discriminación. Pedimos más entendimiento, inclusión, y que seamos complemento en cada temática. Nuestro pueblo se basa en la dualidad entre hombres y mujeres, ninguno por encima del otro. Así concebimos la descendencia y nuestra forma de vida”, sostuvo Aguiar.

Finalmente, expresó que si bien se lograron algunos avances, los artículos incorporados en el borrador constitucional resultan “insuficientes y pobres” frente a las demandas históricas de las comunidades. “Esperamos que la semana próxima se pueda seguir trabajando para que la reforma refleje de manera más completa nuestra visión. Vamos a seguir luchando para que las leyes reconozcan nuestra preexistencia y nuestros derechos como pueblos originarios”, concluyó.