Se cumplen 32 años del fallecimiento del Indio, Hernán Solari, quien perdió la vida en un accidente de tránsito luego de anotar el tanto del empate de Unión ante Colón en el Clásico Santafesino cuando regresaba a su Ingeniero Chanourdié natal.
El futbolista norteño se convirtió en leyenda para el club Unión de Santa Fe, y es uno de los jugadores más recordados por la hinchada. Incluso la platea redonda del estadio 15 de Abril lleva su nombre, en una clara muestra de todo lo que representa para la institución.

Este viernes 28 de marzo se cumple un nuevo aniversario de la tragedia que le costó la vida al futbolista, que en aquella oportunidad tenía 24 años, junto a sus amigos: Rolando «Roli» Fernández y Abel «Laucha» Ibarra.
El gol en el clásico
El 27 de marzo de 1993 fue titular en el clásico ante Colón. A los 7 minutos de partido Marcelo Rufini recibió la pelota en el área, amagó y remató. El arquero tapó y el rebote quedó en el área, cerca del punto del penal, a Solari le quedó atrás, tuvo que girar, incómodo, para pegarle, luego la clavó en el ángulo. Salió corriendo, con los brazos en alto, y se arrodilló ante el pueblo Tatengue.

La foto que inmortalizó a Hernán, quien festejó de rodillas y mirando al cielo, ese gol ante Colón en el Centenario.
Volvió trotando hacia el círculo central y se besó su mano derecha. Lo eligieron figura del partido. Le dieron una copa. “Mire profe lo que me dieron, se la quiero llevar a mis viejos”, le dijo en el vestuario a Sauco. Sus amigos le pidieron que se quede. Picó unas empanadas y unas gaseosas y se despidió.
Terminó su carrera con 36 partidos jugados con Unión, 21 en el Nacional B y 15 en la máxima categoría, convirtiendo 4 goles durante su carrera.
La Tragedia
En las primeras horas del domingo 28 de marzo partió hacia su Ingeniero Chanourdié natal en un Peugeot 404 de color naranja, patente S 352960. Junto a él iban Héctor Álvarez, oriundo de Reconquista, donde se bajó, Abel Ibarra y Rolando Fernández, quién conducía el auto.
La niebla en la ruta 11 fue fatal. Tres camiones chocaron entre sí a cuatro kilómetros de Avellaneda y se cruzaron en el camino donde Solari y sus amigos debían pasar minutos después.
Fernández no llegó a reaccionar y el impacto contra los otros vehículos fue terrible: los tres murieron en el acto.